miércoles, 18 de marzo de 2009

Crítica: Gran Torino



Qué puta pasada de película, Dios mío. Que todo el mundo que no la hay visto sepa que le voy a negar la palabra hasta que la vea. Buena, pero buena, buena. Hacía un montón que no disfrutaba tantísimo con una película.

La historia cuenta la historia de Walt (Clint Eastwood) que acaba de quedarse viudo (es la primera escena de la peli´así que no es un spoiler). Es el típico americano que fue a la guerra, con 80 tacos, que dependía un montón de su mujer. Yo, pesonalemente, he visto a mi abuelo total y claramente reflejado en el papel: un tío duro, que está acostumbrado a resolver las cosas por sí mismo, sin ayuda de nadie, pero al que ya le empiezan a llegar los años. Y la historia cuenta cómo Walt se queda viudo viviendo en un barrio de Gmonk (una etnia tipo filipinos) siendo el único americano, sin que nadie lo quiera allí y con un cura acosándolo todo el rato para confesarse por sus pecados.

Y desde ahí, la historia crece. Es una peli de Eastwood, así que no espereis grandes movimientos de cámara. La verdad es que es de libro. Totalmente. Pero tiene encuadres geniales, resaltando claroscuros y escenas que son tan gráficas que no necesitan diálogo. El papel de Eastwood se come literalmente la pantalla, aunque tampoco es muy complicado. Él hace de sí mismo: un americano cascarrabias de 80 años. Y se ceba mucho. Hay varias razas en la peli, y se ceba muchísimo con todas.

La película es muy graciosa, enorme. Aunque tiene ese punto agridulce que tienen todas las películas de Eastwood, yo creo que oporque hablan de la verdad humana, y eso siempre tiene un contraste triste. A mí me pareció una historia típica, pero preciosa. Está contada de una manera en la que te identificas fácilmente con personajes con los que no tienes nada que ver. Y el lado humano es sólo compatable al buen humor, buen gusto, buenas tomas, buenos diálogos y en general, a lo buena que es la película. No hay demasiada música, así que lo único que diré al respecto es que la canción de los créditos (Jamie Cullum cantando Gran Torino) me llegó.
Seré sincero: yo lloré. A mí me ha emocionado. Ha conseguido crear un personaje que me ha recordado a mi abuelo sin serlo, que ha conectado con el espectador de miles de maneras y que, imagino, se convertirá en atemporal.

Mi nota: 9.90

No hay duda: si no la has visto, te habrás perdido una obra maestra del cine actual.

No hay comentarios: