martes, 14 de octubre de 2008

Crítica: Saturday Nights & Sunday Mornings


Bueno, bueno...Esperaba este día con ansia. Creía que no iba a llegar nunca, pero ha llegado. El día en que cojo un disco de los Counting Crows y me lo escucho entero y me encanta.
El disco está dividido en dos: Saturday Nights, que tiene seis canciones y que es más para un sábado por la noche y Sunday Mornings, propio para levantarte al día siguiente.
Es genial. Simplemente genial. Catorce canciones donde se plasma perfectamente la pasión de la noche y la resaca de la mañana.
Las letras son magníficas, con frases que todos hemos pronunciado o deseado pronunciar. Las melodías son mezcla de country, pop, rock y folk, con algunos ritmos muy marcados por la percusión. Saturday Nights se grabó en New York y Sunday Mornings en California. Y se nota. Quiero decir...Que se nota el viaje de New York hasta su casa, con reflexiones típicas de Adam Duritz, que sigue teniendo la misma personalidad al cantar que le dedica a todas sus canciones.
Los ritmos se meten en el cuerpo, te evocan momentos vividos y acompañan otros por venir, se acurrucan debajo de la piel, no queriendo salir nunca más.

Todo lo referente al diseño es precioso. La caja, las fotos del interior y de la portada, el diseño del cd (que parece un vinilo) es sencillamente precioso. La elección de colores (rojo para Saturday Nights y amarillo para Sunday Mornings) también me ha gustado.
Creo que el disco destila saber hacer y, sobre todo, coherencia en ese mundo extraño que es el salir un sábado y volver a casa por la mañana. Están relatadas parte por parte casi todas las fases de un sábado y casi todas las etapas emocionales que les acompañan.
Es atrevido, es fresco, es fuerte y a la vez melancólico. Es mi disco perfecto.

Nunca pensé que diría esto, pero mi nota es: un 10.

Crítica: El Último Rey de Escocia



Hace unos días, por fin pude ver esta adaptación al cine de la vida de un dictador de Uganda. Creo que la película está muy bien llevada, si bien esperaba más. La elección de los actores, bien. Forest Whitaker se sale. Una interpretación que le valió el Oscar al Mejor Actor. Yo no se si tanto, pero a mí me ha gustado mucho. Tiene expresiones, momentos en blanco...Es casi una doble interpretación. El protagonista (o el que mueve la historia, mejor dicho) es un chico escocés que acaba de titularse en medicina y decide ejerecer en Uganda (por rebelarse contra su padre, qué típico). Empieza trabajando en una misión, pero luego el propio dictador lo hace su médico personal. Y, a partir de ahí, todo el tejido político se deja ver, hasta que te van enseñando que ese dictador que iba a salvar el pueblo y construír hospitales es presa de la paranoia y sólo es otro genocida común.
Es de las mías, es cierto. La temática es magnífica y el desarrollo es muy progresivo. No hay planos muy originales, si no que más bien se apoya en interpretaciones brillantes. Recuerda en algunos momentos a El Jardinero Fiel, pero sin ser tan buena.

Nota: un 7.

Crítica: Los Extraños




Película basada en un hecho real. Muchos la han encuadrado dentro del género del terror, si bien yo diría que es un thriller. Da igual. En esencia, se pasa bastante miedo.
La película cuenta la historia de una pareja que vuleve de la fiesta de compromiso de unos amigos. Atraviesan un mal momento, así que la acción al principio es un poco lenta. Todo cambia cuando alguien llama a su puerta a las cuatro de la mañana. A partir de ahí, la acción es más lenta o más rápida, pero la película es tensa hasta el final. Todo contribuye a mantener esa atmósfera de tensión: la música, los encuadres, las tonterías de algunos personajes...
Dura hora y media y, en mi opinión, cuando puede llegar a joderse termina. No puedo resaltar la actuación de ninguno de los personajes, porque no me llamaron la atención especialmente. El doblaje de Liv Tyler, mal. Prácticamente susurra. Pero no desmerece los momentos de gritos.
A mí me acojonó tanto que durante un par de semanas tenía luces encendidas en todas partes, si bien lo que les pasa es uno de mis mayores temores (no el objetivo final, si no el hecho en sí).

Mi nota: un 9.